El sol facilita a nuestro organismo la producción de vitamina D que ayuda a los niños a absorber el calcio y fortalecer sus huesos. Además levanta el ánimo e invita a salir y jugar al aire libre.
Pero este astro solo seguirá siendo nuestro amigo si protegemos nuestra piel y la de los niños de manera correcta. La piel tiene memoria y una exposición di-recta e inadecuada durante la infancia aumenta las posibilidades de desarrollar un cáncer en la edad adulta.