Una alimentación saludable, el mantenimiento del peso corporal adecuado y la práctica de ejercicio físico pueden contribuir a reducir la incidencia de algunos tipos de cáncer entre un 30% y un 40%.
El cáncer de mama no se puede prevenir pero hay pautas que ayudan a reducir el riesgo de padecerlo: evitando el sobrepeso con una dieta equilibrada, evitando el consumo de alcohol y tabaco y haciendo ejercicio físico regular.
Alrededor de 30% de los casos de cáncer se atribuyen a la alimentación y falta de ejercicio físico, entre ellos el cáncer de esófago, estómago, colon, mama y útero. En tus manos está reducir el riesgo con unos hábitos sencillos, sin sacrificios, sin dolor y con un esfuerzo mínimo.
Mantener un peso normal, comer sano y hacer ejercicio no es cuestión de alimentarse a base de lechuga y apuntarse a una liga de fútbol. Los pasos que hay que dar son mucho más sencillos.
Con una vida sedentaria, siempre acabas perdiendo.
El ejercicio físico es una práctica que podría parecer relegada a niños con sobrepeso o deportistas natos. La verdad es que forma una parte esencial en la salud de todos los niños y jóvenes de cualquier rango de edad